Microrrelato enlazado con el relato " La isla " por Brayan M. Blanco Glu glu glu Todo tenía que ser perfecto, porque eso era lo que su empresa anunciaba y vendía. Nada que no fuese perfecto. ¿Que si eso era fácil? Desde luego no era problema de los jefes. ¿Que si valía la pena? Pues depende de a quién se lo preguntases. Marian llevaba cinco horas sentada en el fondo del mar, mirando fijamente al pececillo naranja que nadaba en círculos. Cada cuatro segundos completaba una vuelta. Según los informes llevaba así un par de días, y según su pronóstico seguiría así al menos otras 24 horas porque, sin importar lo que intentase, no podía solucionar el bucle. La simulación era tan buena que, pese a permitirle respirar bajo el agua, cada vez que soltaba el aliento un reguero de burbujas salía de su boca; burbujas que subían hasta la superficie y se rompían a los pies de una isla en la que dos hombres construían una nueva vida sin sospechar que el trabajo de alguie